Carta de Lectores

Señor Director:

Soy un fiel lector del medio que Ud. dirige y hoy me tomo el atrevimiento de escribirle para manifestarle mi sincera preocupación ante la actualidad de este prestigioso matutino.
No voy a lisonjearlo con frases hechas como "siempre estoy de acuerdo con las opiniones de sus editoriales" o "el tratamiento informativo que se desprenden de sus notas es el adecuado". No. En general, la inmensa mayoría de las veces, estoy en contra. Claro que esto no me impidió, ni me impide, reconocer la calidad de sus contenidos, la serena belleza de su renovado diseño e, incluso, el placer de recorrer alguna de sus secciones.

Un periódico señero como el vuestro no se contruye de un día para otro. Hacen falta décadas de esfuerzo, constancia y dedicación.

Sin embargo, hoy me tomo el atrevimiento de sugerirle revise el accionar de algunos de sus editorialistas, que prisioneros de pasiones incontrolables -como todas las pasiones, claro-, están sacrificando en el altar de la politiquería 180 años de prensa de calidad.

Y a las pruebas me remito. En la edición de ayer, fue tapa la siguiente nota de opinión del columnista Joaquín Morales Solá: "Carcome a Kirchner la duda de su postulación"
Lamentablemente, el diario de hoy debe salir a enmendar tal información, también en tapa, con la siguiente: "Kirchner, a un paso de su lanzamiento".
Imagino el mal momento que Ud. a debido atravesar en la tarde de ayer al momento de la reunión de editores tomando la decisión de tener que desmentir rotundamente su propia tapa de anteayer.
Y no desconozco que otros periódicos han caído en el mismo error. Porque descarto que en vuestro caso se trata de un error. Me es imposible pensar, por siquiera un instante, que se prestaran a una, como vulgarmente se dice, "operación de prensa".
Porque Uds. son La Nación, tribuna de doctrina, y no un pasquín construido en base a almaceneros avisos clasificados.

Suyo,

Mendieta