15 diciembre 2010

La educación pública



Es martes y Cachorra recibe el último boletín del año en la escuela. Y como es martes me toca a mí. Así que, para variar, salgo tarde de la oficina, corro por Perú, me tiro de cabeza al subte y llego a la escuela. Tarde, pero llego. En la puerta me acomodo un poco el saco y aflojo la corbata.
Entro con vergüenza, me va a poner media falta, y la maestra está contando "sobre el grupo", los avances de los chicos y, como en todas las reuniones de padres desde primer grado hasta acá, vuelve a hablar de la necesidad de que los padres en las casas "acompañen". O bien, para decirlo de modo metafórico, que hagan de padres y madres. Que pongan límites, que enseñen a sus hijos a cumplir órdenes, que estén atentos a que estudien y hagan la tarea. O sea: esas cosas que hacen los padres y las madres. O que deben hacer. O que hacíamos.
Siempre me cuesta prestar atención en las reuniones de padres a lo que va diciendo la maestra. Me cuelgo mirando a las otras mamás, a las abuelas y a los poquitos padres que a veces van. A algunos los conozco, entonces me cuelgo en los otros. Trato de adivinar de quién es papá o mamá, de qué trabajan, qué programa de tele le gusta mirar.
"Nos faltó profundizar el tema de los decimales y hay que insistir en el esfuerzo. Ni este grado, ni ustedes como mamás -la costumbre, somos dos tipos nada más- tienen que resignarse a que no tengan el mismo nivel del A o el B o el C. Si se esfuerzan, los chicos pueden".
Cuando no me cuelgo con las mamás, me ditraigo pensando en mi escuela. Cuando entré a primer grado en todo el pueblo empezábamos 22 chicos la escuela. Agarro una tiza del piso y empiezo a dibujar el pizarrón. Siempre tengo ganas de escribir culo en cursiva y que me manden a dirección. 
"Y, otra vez les pido, que los chicos lean en las casas. En voz alta. Es muy importante para las faltas, mucho más que aprenderse las reglas ortográficas".
Confirmado. Siempre lo sospeché. Tengo pocas faltas por leer, porque regla ortográfica no conozco ni una.
"Y, bueno, ahora les voy a repartir unos libros que mandó el Gobierno de la Ciudad y pueden aprovechar para que los chicos los lean en vacaciones. Quiero que sepan, para que sepan como tratan a la educación nuestros gobernantes, que estos libros tenían que llegar en abril y debíamos trabajar con ellos durante el año. Un poquito tarde, je, pero acá están".
Bornemman, Ema Wolf, Cinetto. Por lo menos son buenos autores. Pensar que estos tipos hacían alarde de su capacidad de gestión. De todos sus masters y posgrados y fundaciones en el exterior. De su "management", de sus "equipos". Que orgullo el boletín público de Cachorra.
Pasa volando un gorrión por dentro del aula. Y me vuelvo a colgar.

4 comentarios:

Maldito Entusiasta dijo...

Lindo, che. Me gustó

Eva Row dijo...

Vos no sos sólo un bloguero librepensador que escribe su post, sos un escritor de prosa bellísima. No podés escribir así nomás, tenés que escribir de tal manera que lo que estás diciendo se pierde eclipsado por la belleza de cómo escribís.
¿No podés hacer un esfuerzo y no ponerle alas al texto para que uno se pueda poner a pensar en lo que dijiste en vez de ponerse a volar enamorado de tu prosa?

Mendieta dijo...

Ay, Eva! A todos les dirás lo mismo (?)
Je.

Isidoro dijo...

Lo que pasa es que Mendieta es un histerico y, como no le daba para ser rockero, se pasó a la política para levantarse minas. Coco.