09 febrero 2011

Que se rompa, pero que no se borre






Hubo un tiempo que fue hermoso. Y otro en que nos emocionamos con una historia de rebeldía de Ernesto Sanz. La había escrito en su bitácora y supimos postearla aquí. Y de hecho, allí, la linqueábamos a la fuente original. El detalle, seguro que culpa de algún error técnico, porque descontamos que no ha habido un retroceso o un arrepentimiento de tan heroico accionar proto-sindical, es que si ahora querés entrar ahí la página no existe más.

Como queremos que esa bella historia de Ernesto Sanz no se pierda culpa de vaya a saber que perverso bit, la repetimos:


El empleado rebelde. 
Dicen que para animarse a los grandes retos de la vida hay que tener espíritu. Ese “espíritu” tiene mucho de audacia y también muchísimo de rebeldía.
Quien no se rebela ante lo que considera equivocado nunca podrá eso. Ahora que a los 54 años el espíritu, la inquietud, la vocación y la rebeldía me llevan a encarar este desafío recuerdo mi primer acto de rebeldía contra un jefe, fue en mi primer trabajo, cuando tenía 18 años.
En 1975 yo me fui a estudiar abogacía en Tucumán. Era una época complicada, empezaba el tristemente célebre “Operativo Independencia” y la Facultad no empezaba el ciclo lectivo.En esa situación decidí volverme a San Rafael para no perder el año y trabajar. Entré a los 18 años al Banco Hipotecario. Allí mi jefe era un gerente cascarrabias que además me tenía pica porque mi papá era el abogado del Banco. Me acuerdo que a media mañana cortábamos el trabajo para tomar un café con leche, tan feo que sólo podían pasarlo los empleados que tenían el estómago acostumbrado. Cuando vio que yo no lo tomaba y encima me llevaba una gaseosa me impidió salir al kiosco a buscar la Coca, yo no tuve mucho problema y dejé de salir al desayuno, lo que nunca supo el gerente es que me llevaba la gaseosa desde casa y me la tomaba cuando él se iba a buscar su café con leche.



Otra vez nos enteramos gracias a Benjamín, jefe de prensa de Ernesto Sanz. Pedí aumento ya negro, que te lo ganaste.

14 comentarios:

Jorge Devincenzi dijo...

Habría que ver cómo cambian las cosas. Como intendente de San rafael, Sanz beneficiaba a la misma Acindar que había dirigido Martínez de Hoz

Figaro dijo...

Jaja! Bueno, hay que decirlo, soy un Sanzista de la primera hora, y mi sueño es ser su Jefe de Prensa...
Se q c/vez estoy mas cerca!

Carlos dijo...

Es mejor la triste historia de un tal Néstor... que pasó de ser usurero a militante del menenismo... y terminó como ícono de la izquierda...

Victor dijo...

epa

javnoneim dijo...

pa servirle

Unknown dijo...

un saludo Mendieta!

Mendieta dijo...

Ajà. Ponele. Solo que Néstor tuvo la decencia de no contar eso orgulloso de si en un post.

María de los Ángeles del Hoyo dijo...

Un saludito Mendieta!

Vicky S. dijo...

Toda la manada de hijos de puta que gobernaron antes que él y que por cierto llegaron a ese puesto con el rabo lleno de mierda, no tuvieron la grandeza, o generosidad o tan siquiera la viveza de transformar lo negativo de sus miserables vidas en algo virtuoso que sirviera al bien común...así es que me importa un carajo si la usura le sirvió para llegar a ser presidente...Néstor Kirchner fue un gran presidente...no solo el mejor sino el ÚNICO que gobernó después de Perón. Al resto no vale la pena ni dedicarle un recuerdo.

Lic. Baleno dijo...

Al menos a Nestor nadie le diria: pero che! eras un flor de pelotudo! Y todos sabemos que se han visto malos volverse buenos pero jamas a un bruto volverse inteligente.

Guillermo dijo...

Claro, ríanse, total. Porque ahora ustedes no se dan cuenta, van al quiosco, piden una coca y listo...pero antes ¿eh? había que tener huevos.

Anónimo dijo...

Che vicky, abrite un blog. Se escribe desde las entrañas y a vos te sale flaca.

Sebastian dijo...

Es joda no? Increible. abrazo

Oscar dijo...

qué clase política decadente y de mierda tiene este ispa. entre este boludo y el retorcido finado Nestor no sabés con cúal quedarte :(