09 julio 2011

Los círculos

Mi amigo Matías me llama y me dice: vení, vamos a tomar unos vinos con Manuel.

Mi amigo Matías sabe, porque una noche de vinos le conté, que hay una canción de Estelares que escuché en el momento exacto, en el instante preciso y, quizás, quien sabe, yo no, cambió mi mundo. En ese momento estaba bastante triste y escribí un post que ahora no encuentro mientras escuchaba 200 Monos.
Esa canción tuvo la enorme potencia, maravillosa potencia, de ayudarme en aquel momento, que ahora parece tan lejano. Esa canción -y me gusta repetir "canción"- me hizo abrir la ventana empañada de un departamento que no era mío y ayudarme para que, a la mañana siguiente, mirara los clasificados para buscar una casa nueva.
Hace un rato le dí las gracias y un abrazo a Manuel Moretti por esa canción y lo que ella hizo por mí en aquel instante de iluminación. Y también por esta otra, que pongo acá abajo, y que tan hermosamente habla a una hija. Entre otras, la mía. Que crece y crece, mientras yo la veo orgulloso.

Es tan maravilloso lo que una sucesión de palabras, una atrás de otra, en rectos renglones -sujeto, verbo, predicado. puede hacer con nuestros corazones.

Gracias Matías, querido, por tan linda cena, que ni siquiera se empaña por la borrachera que tengo. Y gracias por la música Manuel.
Todo vuelve, como un círculo sinfín, si estás dispuesto.


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