23 marzo 2012

El Folletín, género kirchnerista

Leemos hoy a Julio Blanck:


Alicia o Máximo: Cristina piensa en un Kirchner para la Provincia

La idea es saber si Máximo tiene alguna posibilidad razonable de ser candidato a diputado el año que viene en el distrito que decide la suerte de toda elección (la idea de quién? Misterio, pero el idealismo, ya lo dijo Platón una tarde tomando pisco, es así: "si es una idea existe, porque es. Tamos, chicos?") 

- "Han circulado historias: que a Máximo lo están entrenando para que sepa hablar en público, que medio Gobierno depende de su aprobación o su condena, que su disfavor puede corroer cualquier sueño individual(Amado Boudou podría dar cuenta de ello) , que aunque la relación con su madre, la Presidenta, es fluctuante, sigue siendo el único que puede plantearle a ella lo que nadie más se atrevería. ("Han circulado historias" es maravilloso. Yo que Stevenson te empezaba todas las novelas así)

- "También se está midiendo la imagen de La Cámpora, el nuevo sujeto político de este tiempo de soledad de Cristina en el poder (Dale, mandemos a medir la imagen de La Cámpora ahora, que tuvieron un montón de buena prensa. Unos capos los geniecillos estos, eh)

Los resultados de las encuestas sobre Máximo y La Cámpora se mantienen por ahora en secreto absoluto.( Pero cómo? no era que "se estaba midiendo"? Ya terminaron? Tardaron un párrafo nomás? Quién hizo el campo? Speedy Gonzalez?)

-" Cristina ya les habría advertido a sus bravos caballeros que tengan mucho cuidado con romper el cristalero en su afán por serrucharle el piso a Scioli" ( Parece que también les habría advertido que no le pongan .mayonesa al pancho, que la sandía con vino te mata y que al libro de Di Marco se le puede decir libro a falta de otra palabra más adecuada)

Por ahora intentan comerle al gobernador la base de apoyo de los intendentes...A los que no logran convencer, los apretan un poquito . Hay intendentes que se sienten perseguidos por blogueros y punteros que los controlan y sacuden con cada paso que dan, otros creen tener sus teléfonos demasiado permeables a oídos indiscretos. (Atenti a esto: intendentes "perseguidos por los blogueros". Esperen que me recupere del ataque de risa.........uf, ay, puta, me falta el aire. Si, me imagino al Barba Gutiérrez preocupadísimo por Conurbanos más que por el barrio IAPI; el de Avellaneda sueña con los aprietes de María Esperanza en La Barbarie y a mí me tiene pánico Espinoza de La Matanza. Imaginate: gobernar un distrito con un palo y medio de habitantes es una joda al lado de las persecución implacable de un bloguero. Pobres tipos)

Basta, paro acá. No puedo seguir perdiendo el tiempo leyendo ficción apenas me levanto. Qué manera de divertirme barato. 

7 comentarios:

Nicolás Tereschuk (Escriba) dijo...

Ya hay que organizar un seminario para explicarle a los intendentes qué cosa es un bloguero, aquello que amenaza seriamente su entramado de poder (?)

Capitán Yáñez dijo...

¡Tiene razón el Julito! El Gordo Curto le tiene un zocaga bárbaro a los blogueros. Y Otahecé a los punteros ni te cuento.

Trix dijo...

¿le robaste este post a Carrasco?

Mendieta dijo...

Trix: no digas nada. Carrasco soy yo cuando estoy inteligente.

Rafa dijo...

Ojo Mendieta, que los intendentes pueden hacer causa común con "los medios, sus dueños y trabajadores". Que según Pablo Sirvén sufren "los constantes linchamientos virtuales de la intensa bloguera y twittosfera K".
http://www.lanacion.com.ar/1458859-contla-censura-tantea-el-terreno

No, si ya somos un peligro público.

Unknown dijo...

Compañeros, yo pensaba dejar un comentario, pero lo tengo justo en este momento a Horacio arrinconado, y si me distraigo tengo miedo que se me escape, no lo pueda sacudir, y lo tenga que cazar mañana de nuevo. (Mientras escribo estas líneas, lo dejé acechando al wing izquierdo de Estación Quequén, que es el único puntero con el que tengo trato)
Un abrazo desde Necochea

Eduardo Real dijo...

Oiga, Mendieta, ¿no le parece medio pavo agarrársela con el bloguero Blanck?

Hace rato que vengo diciendo que la corpo abandonó la crónica para dedicarse a la novela.